La mayoría de las madres vivimos permanentemente el misterioso hastío que separa los deseos de que vayan los niños al colegio y las ansias por que regresen a casa. En cada término del año escolar las madres tomamos un respiro de la presurosa rutina escolar y aguantamos bien fuerte la respiración para sumergimos en el otro océano de dificultades que suele acompañar las vacaciones.
La vuelta a las clases la celebramos como una fiesta, aun cuando sepamos que con ella llega una nueva marea de estrés. Si no estás lista para el nuevo curso, creo que ya es demasiado tarde, así que lo mejor que podemos hacer es ayudarnos con experiencias y entrar con toda la actitud posible (y el nerviosismo) en la interminable carrera por la educación de los más pequeños.
Es un momento estresante, sí. Cada una de nosotras entiende que con las rutinas escolares se reanuda también el desafío de asegurar que los niños tengan un buen rendimiento académico y que tanto ellos como toda la familia estén felices en el proceso. Pareciera simple, pero es una responsabilidad que pesa sobre los hombros de cada madre. En la mayoría de los casos somos nosotras quienes estamos al mando.
No es raro entonces que casi todas las “mamis escolares” estemos, cuando menos, cansadas y estresadas. En un repaso rápido de tareas previas al comienzo del curso, mencionamos la compra de útiles escolares, de uniformes, calzado y otras necesidades. Por otro lado, la organización de los horarios y la administración de actividades extracurriculares que pueden ser un verdadero desafío, junto con la eterna preocupación por la adaptación a sus nuevos profesores, compañeros y contenidos educativos.
En resumen, que te entendemos a la perfección. Sabemos por lo que estás atravesando y solo podemos decirte que lo vamos a hacer bien. Pero en caso de que no estés convencida, te dejaremos unos consejitos que seguro te animan a organizarte mejor, a mover tu energía y, sobre todo, a entender que eres (somos) la mejor.
1. Planea todo con anticipación: Crea una o varias listas de tareas y fechas límite para comprar útiles escolares, uniformes y otros materiales necesarios. Asigna tiempo para estas actividades y hazlo en pequeñas dosis para evitar la sobrecarga.
2. Establece rutinas: Ayuda a tus hijos a crear rutinas matutinas y vespertinas que les permitan prepararse para el día escolar con calma y eficiencia. Sobre todo, para que no asuman de golpe todo el cambio.
3. Organiza el espacio de estudio: Asegúrate de que tus hijos tengan un espacio de estudio tranquilo y libre de distracciones en casa, siempre a la misma hora. Esto facilitará la realización de tareas y fomentará un ambiente propicio para el aprendizaje.
4. Comunícate con el colegio: Mantén una línea de comunicación abierta con profesores y personal del colegio para estar informada sobre los progresos de tus hijos y cualquier problema que pueda surgir. Evita sobrecargar con preguntas a los maestros, pero asegúrate de hacerles saber que estás al pendiente y a la orden.
5. Crea un buen equilibrio: Asegúrate de que tus hijos también tengan tiempo para actividades recreativas y de descanso, además de sus tareas escolares. El equilibrio entre estudio y ocio es fundamental para su bienestar mental y físico.
Al tiempo que sigas estos consejos prácticos, recuerda cuidar igualmente tu propio bienestar y buscar apoyo cuando lo necesites. Comparte tus preocupaciones con otras madres, amigos o familiares, y no dudes en pedir ayuda si te sientes abrumada. ¡Suerte con la tormenta!