Mi hijo no quiere cepillarse los dientes, ¿y si le digo que lo haga otro día?

cepillarse los dientes

Probablemente el primer dolor de cabeza del día para muchas madres sea el momento fatídico en que reciben un rotundo NO por respuesta cuando le indican a sus hijos que deben cepillarse los dientes. Sin embargo, esto es más común de lo que nos gustaría, sobre todo si sacamos balance del estrés que nos causa.  

Para los niños, al menos en los primeros años de vida, el cepillado de los dientes es una tarea aburrida o incómoda. Resistirse a ella es casi inherente a su proceso de desarrollo, y a los padres nos toca entender que todo es posible, excepto pasar por alto esa rutina esencial. Ignorar el cepillado por un día puede parecer inofensivo, pero a largo plazo puede tener consecuencias serias para la salud bucal de tu hijo.

Muchos niños experimentan aversión hacia el cepillo de dientes debido a su textura, sabor, o simplemente porque prefieren jugar. Este rechazo puede ser más pronunciado en ciertas edades, especialmente entre los 2 y 5 años, cuando están explorando su independencia y desafiando las normas establecidas por sus padres.

Los peligros de una mala higiene bucal son significativos. Cuando los niños no se cepillan adecuadamente, la placa bacteriana se acumula en sus dientes, lo que puede llevar a caries y problemas más graves como infecciones dentales. Además, la salud bucal está íntimamente relacionada con la salud general, influyendo incluso en su nutrición y bienestar emocional.

Las edades más complicadas para mantener una correcta higiene bucal suelen ser entre los dos y seis años. Durante este periodo tienen los llamados “dientes de leche”, que son más susceptibles a las caries. Además, el cambio a la escuela primaria representa otro desafío, ya que pueden verse influenciados por sus compañeros y su entorno.

Lo recomendado es que los niños se cepillen al menos dos veces al día: por la mañana y antes de acostarse. Además del cepillado regular, es importante usar hilo dental una vez al día para eliminar cualquier residuo entre los dientes. Establecer un horario fijo ayuda a crear una rutina que eventualmente se convertirá en un hábito natural para ellos.

Si necesitas consejos, por acá te dejamos algunos esenciales:

  1. Convierte el cepillado en un juego. Usa canciones o temporizadores para hacerlo divertido.
  2. Deja que tu hijo elija su propio cepillo y pasta dental, esto les dará una sensación de control
  3. Establece un ejemplo positivo, si ven a sus padres cuidando su propia higiene bucal, estarán más motivados a imitar ese comportamiento
  4. Utiliza historias o personajes favoritos para enseñarles sobre la importancia del cuidado dental
  5. Sé paciente y consistente, reforzar positivamente cada intento de cepillado ayudará a construir una asociación positiva con esta actividad.