Si convives con un perro, seguramente has experimentado sus lamidos en más de una ocasión. Aunque a veces puedan parecer simples muestras de cariño, este comportamiento canino tiene múltiples significados que van más allá de una simple muestra de afecto.
Lamer es una de las formas en que los perros expresan su cariño hacia sus dueños. Este gesto, aprendido desde cachorros al interactuar con su madre y hermanos, fortalece el vínculo entre el animal y su familia humana. Además, en este acto, los perros liberan endorfinas que les proporcionan una sensación de bienestar y tranquilidad.
Los canes también utilizan el lamido como una herramienta de comunicación. Si tu mascota te lame insistentemente, es posible que esté intentando llamar tu atención para indicarte que tiene hambre, necesita salir a pasear o simplemente desea jugar. Este comportamiento puede haberse reforzado si, en ocasiones anteriores, has respondido positivamente a sus lamidos, asociándolos con una forma efectiva de obtener lo que desea.
El sentido del gusto es una herramienta exploratoria para los perros. Pueden lamerte porque les atrae el sabor de tu piel, especialmente si has estado sudando. Además, a través del lamido, recopilan información sobre su entorno y las personas que los rodean.
En situaciones de estrés o ansiedad, lamer puede ser una conducta auto-calmante para los perros. Este acto les ayuda a liberar tensiones y a sentirse más seguros. Si notas que tu perro se lame en exceso, podría ser una señal de que algo le preocupa, y sería recomendable consultar con un veterinario o especialista en comportamiento animal.
