Establecer horarios regulares para alimentar a perros y gatos es una práctica recomendada por veterinarios y especialistas en comportamiento animal. Más allá de la organización del hogar, esta rutina tiene efectos directos en la salud física, digestiva y emocional de las mascotas, además de prevenir problemas como la obesidad y el estrés alimentario.
Según la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA), el cumplimiento de un esquema fijo de alimentación ayuda a regular el metabolismo, estabiliza los niveles de energía y contribuye a una mejor calidad de vida en perros y gatos. La clave está en combinar alimentos de buena calidad con horarios consistentes, adaptados a la edad, el peso y el estilo de vida de cada animal.
¿Cuáles son los horarios recomendados para dar de comer a tu mascota?
En perros adultos, lo ideal es dividir la ración diaria en dos comidas: una por la mañana —entre las 8:00 y las 9:00 horas— y otra por la tarde, entre las 17:00 y 19:00. Se recomienda dejar un intervalo mínimo de 8 horas entre ambas tomas. En cachorros, los especialistas sugieren comenzar con 4 a 5 comidas pequeñas al día, disminuyendo progresivamente a medida que el animal crece y su sistema digestivo madura.
En el caso de los gatos adultos, se recomienda también una alimentación dividida en dos momentos: una toma antes del mediodía y otra antes de la medianoche, manteniendo entre 8 y 12 horas de diferencia. La organización sin fines de lucro International Cat Care advierte que los gatos, al ser animales de hábitos marcados, pueden desarrollar ansiedad si los horarios varían constantemente. Los gatitos, por su parte, necesitan tres o más comidas al día, ajustadas según su etapa de crecimiento.
Más que nutrición: estabilidad emocional y prevención de enfermedades
El momento de la comida influye en el estado emocional de la mascota. Los expertos del American Kennel Club (AKC) recomiendan que tanto perros como gatos estén tranquilos al recibir el alimento. Esto implica evitar alimentarlos justo después de sesiones intensas de ejercicio o cuando se encuentran en un estado de agitación. Esperar entre 30 y 60 minutos tras el juego, además de asegurarse de que hayan bebido agua fresca, puede marcar una diferencia en su bienestar digestivo.
Una dieta equilibrada y bien distribuida en el tiempo también contribuye a reforzar el sistema inmunológico, prevenir problemas articulares y controlar el peso. La obesidad en mascotas es una condición en alza y está relacionada, en gran parte, con la sobrealimentación y la falta de estructura horaria. Así lo advierte la Academia Americana de Nutrición Veterinaria, que subraya el rol de la alimentación como factor clave en la longevidad de los animales de compañía.
Una rutina simple que transforma
En el momento de recibir el alimento, tu mascota debe estar tranquila y algo hambrienta. No ofrezcas alimento en estado de agitación o justo tras actividad física. Asegúrate de que haya bebido agua fresca antes de comer. Evita cambios bruscos de horario y tipo de comida sin adaptación previa.
Tener mascotas en casa fortalece el vínculo familiar. Los niños aprenden responsabilidad y empatía al cuidar un animal. La convivencia con ellos reduce la ansiedad y mejora la autoestima infantil. Además, fomentar juegos y paseos juntos promueve ejercicio y salud para perros, gatos y también para todos los miembros de la familia.