Sí, eres mamá… pero también eres mujer (y puedes ir al after sin culpa)

After-office sin culpa

Apenas dices que vas a salir y ya te miran con cara rara. Peor si vas con niños en casa. Y ni hablar si estás lactando. Porque pareciera que, al convertirte en madre, firmaste un contrato invisible que dice que ya no puedes reírte fuerte, salir con amigas o, mucho menos, tomarte un trago.

Pero seamos honestas: ser madre no borra tu derecho a existir como mujer, a tener un rato solo tuyo, a desconectarte, a brindar con quienes te hacen bien. Y si estás lactando, eso no te convierte en una prisionera del living ni de los pijamas con manchas de leche. Solo requiere un poquito de planificación y deshacerse de la culpa que otras (y a veces nosotras mismas) nos han pegado.

Hablemos de verdades y mitos

Si estás lactando, es importante informarse bien y actuar con responsabilidad. El alcohol sí pasa a la leche materna, y por eso se recomienda evitar su consumo o hacerlo con extrema moderación y planificación. Fuentes como e-lactancia.org y La Liga de la Leche Internacional refieren que si llegas a consumir una copa, lo ideal es esperar entre 2 a 3 horas por trago estándar antes de volver a amamantar. De todas formas, lo más seguro es consultar con un profesional de salud, especialmente si tienes dudas o estás en etapas de lactancia exclusiva.

Dicho esto, también existen opciones festivas sin alcohol que te permiten disfrutar sin preocupaciones. Y cada vez son más creativas. Los tragos conocidos como zero proof o mocktails son una excelente alternativa para brindar, celebrar y sentirte parte, sin exponerte tú o a tu guagua.

No es irresponsabilidad. Es autocuidado.

Salir a un after-office, compartir una tabla, reír con amigas o brindar por sobrevivir a otra semana de pañales y mails pendientes, no te hace menos madre. Te hace más consciente de que el equilibrio también es parte de una crianza sana. Puedes planificar: dejar leche extraída, avisar en casa, llevar extractor si lo necesitas, o incluso usar fórmula sin culpa. Porque el apego se construye con amor y presencia, no con sacrificio extremo.

¿Y los prejuicios?

Déjalos afuera. La maternidad no debería venir con el mandato de desaparecer como persona. Y si alguna vez pensaste que divertirte no era compatible con ser madre, te invitamos a mirar de nuevo. Eres más que el rol que ocupas. Estás criando desde tu identidad completa, no desde una versión anulada de ti.

Así que sí: puedes ir al after. Puedes brindar. Puedes no tomar nada y pasarlo increíble. Puedes salir sola, con amigas, o con quien te dé la gana. Siempre con responsabilidad, claro. Pero también con alegría, porque esa parte también es tuya, y también merece espacio.

Y si alguna vez lo olvidas, acuérdate: mamá también tiene derecho a ser feliz.