Arriba, abajo al centro y adentro, ¿lo sabes todo sobre el tequila?

lo sabes todo sobre el tequila

La emblemático y vibrante destilado mexicano es mucho más que una bebida alcohólica. El tequila es una experiencia que despierta los sentidos y celebra la vida. Desde el clásico shot con sal y limón, hasta exquisitos cócteles, el tequila ofrece un abanico de posibilidades para deleitar el paladar.

Imagina el suave aroma del agave impregnando el aire, mientras un sorbo de tequila reposado acaricia tu paladar con sus matices cálidos y complejos. O quizás prefieras la frescura de una margarita, con su combinación perfecta de tequila, licor de naranja y jugo de limón, servida en el borde de una copa escarchada.

Pero el tequila no se limita solo a las bebidas. También se disfruta en la cocina, infusionando platillos con su distintivo sabor. ¿Qué tal unos deliciosos camarones al tequila o un filete marinado en esta esencia mexicana?

Para el clásico ritual que se realiza antes de beber un sorbo, lo que todos conocen es que se le incorpora limón y sal en un maridaje perfecto. Sin embargo, los expertos tequileros aseguran que no es necesario hacerlo, e incluso, los más entendidos en la materia lo prefieren solo.

La práctica de beber tequila con sal y limón tiene sus raíces en la frontera norte de México, donde hace muchos años se vendía tequila de baja calidad. Este licor no se elaboraba con agave azul, sino con alcoholes agrícolas, lo que resultaba en un sabor poco agradable. Para hacerlo más soportable, la gente lo combinaba con limón y sal.

Se dice que esta manera de consumir tequila se volvió muy popular durante la época de oro del cine mexicano. En numerosas películas de entonces podemos ver a icónicos actores disfrutando el tequila de esta forma. Ello contribuyó a que el destilado ganara fama internacional. Algunos ejemplos son el clásico “¡Ay Jalisco, no te rajes!”, con Jorge Negrete; y “Los tres García” (1947) con Pedro Infante.

El tequila es en realidad una cuestión cultural. Muchos la conocen como una bebida masculina, por considerarla muy fuerte; pero en realidad el ritual tequilero gusta por igual a las mujeres. Se trata de una expresión de alegría y pasión por la vida. Así que, por nosotras: “arriba, abajo, al centro y adentro”.