Si pensaste que los mayores retos eran las primeras y largas madrugas, a estas alturas te habrás dado cuenta de que estabas muy equivocada. Y si ya te han llegado las primeras secuelas de picardía infantil y has visto cómo de un instante a otro tus paredes quedan marcadas con alguno de sus inconfundibles garabatos, pues alégrate primero de que tu hijo tenga la suficiente creatividad… y luego, respira y continúa, porque este tampoco será el más difícil de los retos. Aquí te ayudamos a manejarlo.
Mi Diego Rivera
Cuando un niño se sumerge en el mundo del arte, la creatividad puede desbordarse de maneras inesperadas. A veces esto puede significar que tu pequeño artista decide que las paredes de la casa son su lienzo favorito. Aunque puede ser frustrante, es importante ver esta situación como una oportunidad para fomentar su creatividad y aprendizaje.
Lo primero que te recomendamos es que respires hondo y aceptes que esto es parte del proceso de crecimiento y exploración de un niño. En lugar de enojarte, intenta ver el lado divertido: ¡tu hijo está expresando su creatividad en la máxima expresión! Reírte de la situación puede ayudar a aliviar tensiones y crear un ambiente más positivo.
Luego, es muy importante que te tomes un momento para hablar con tu hijo sobre lo que ha hecho. Pregúntale qué estaba pensando o sintiendo al pintar las paredes. Esto no solo te dará una idea de su perspectiva, sino que también le enseñará a reflexionar sobre su propio proceso creativo.
Aunque es bueno alentar la creatividad, también es importante establecer límites claros. Explícale a tu hijo que hay lugares apropiados para pintar y otros que no lo son. Esto le ayudará a entender las reglas mientras sigue disfrutando del arte. Una idea que les funciona a muchas madres es otorgarles un pedazo de pared en el que sí pueden dar rienda suelta a su imaginación y pintar todo lo que deseen. Quién sabe si en un tiempo tengas el mejor de los murales posibles. Utiliza esta experiencia como una oportunidad para introducir a tu hijo en el mundo del arte y los artistas famosos. Puedes investigar juntos sobre pintores conocidos o estilos artísticos y luego intentar recrear alguna obra en su espacio designado.
Otra excelente manera de canalizar esa energía creativa es ofrecerle materiales adecuados para pintar. Consigue papel grande, lienzos, u otro pedazo de pared en algún espacio exterior, si te fuera posible.
Es fundamental, igualmente, enseñar a los niños sobre la responsabilidad y el cuidado del espacio donde juegan. Después de cada sesión de arte, anímales a ayudar a limpiar. Esto les enseñará que cada actividad tiene sus consecuencias, tanto positivas como negativas.
Considera establecer una rutina artística semanal donde tu hijo pueda explorar su creatividad con regularidad. Esto no solo le dará un espacio seguro para expresarse, sino que también puede convertirse en una actividad familiar divertida. Cuando tu hijo complete una pintura o proyecto artístico, ¡celébralo! Puedes exhibir sus obras en casa, hacer una pequeña galería o simplemente elogiar su esfuerzo y creatividad. Esto reforzará su confianza y motivación para seguir creando.
El juego creativo es esencial para el desarrollo emocional e intelectual de los niños. Pintar, dibujar y crear les ayuda a expresar sus emociones, desarrollar habilidades motoras finas y estimular su imaginación. Cada niño es diferente, algunos pueden necesitar más tiempo para entender las reglas, mientras que otros pueden ser receptivos desde el principio. Mantén una actitud flexible y paciente mientras guías a tu pequeño artista.
