Quizás la adolescencia sea la etapa más problemática de la vida. Aunque algunos padres explican que no hay razones para pensar de esta manera y que simplemente los problemas siguen y siguen creciendo a la par de los hijos a lo largo de la vida.
No obstante, es cierto que la entrada y el transcurso de la adolescencia puede ser el punto climático para numerosas actitudes y sentimientos que no siempre derivan en buenos términos y que requieren la atención especial de los padres y, hasta muchas veces, la intervención de los especialistas.
Las malas compañías, el desinterés por los estudios, el debut en la sexualidad y el peligro de las adiciones son uno de los puntos más delicados en esta etapa de la vida. El mundo está lleno de peligros y los jóvenes a esta edad se creen demasiado expertos. Lo mismo que ven a sus padres como demasiado viejos y tontos, cuando en verdad solo son solo previsores.
Aunque en la sociedad en que vivimos ya haya suficientes motivos para que las madres y los padres tengan temores por la salud y el bienestar de sus hijos, ahora se ha sumado una nueva sustancia a la lista de tendencias y lamentamos decirlo, pero es tiempo de empezar a preocuparse.
El snus es un tabaco finamente molido que se coloca entre el labio superior y la encía. Se trata de un producto originario de Suecia, donde se consume desde hace varias décadas, pero hasta ahora no había tomado demasiada popularidad fuera de esas fronteras. Lo mejor y peor de esta nueva sustancia que comienza a generar expectativas entre los jóvenes es que constituye una alternativa discreta y fácil de usar para satisfacer sus ganas de nicotina.
¡Peligro! Tampoco es tan bueno como lo pintan
Aunque puede parecer inofensivo, el snus también contiene nicotina, lo que lo convierte en un producto adictivo y potencialmente peligroso para la salud de los jóvenes. Asimismo, su consumo puede causar una variedad de problemas de salud, incluyendo enfermedades del corazón, cáncer oral y problemas respiratorios. Además, la nicotina puede afectar el desarrollo cerebral de los adolescentes y su capacidad para concentrarse y aprender. Por lo tanto, es esencial que los padres estén al tanto de la adicción al snus y tomen medidas para proteger a sus hijos de estos efectos nocivos.
¿Qué podemos hacer?
Primero entender y explicarles que el snus no es una moda inocente y que usarlo para evitar el cigarro o el tabaco no los mantiene lejos de la nicotina ni de sus efectos. Evitar que se convierta en una adicción requiere un enfoque preventivo. Los padres pueden comenzar educando a sus hijos sobre los peligros del snus y la nicotina, y alentarlos a desarrollar hábitos saludables. También pueden establecer reglas claras y limitaciones en el uso de productos de tabaco y fomentar una comunicación abierta y honesta con sus hijos para poder detectar cualquier cambio en su comportamiento.
¿Qué es difícil? Lo sabemos. La clave está en mantener una relación cercana con nuestros jóvenes. La confianza que les brindemos es primordial para guiarlos hacia una vida sana y un crecimiento feliz.