En el amor, no todo se dice con palabras. De hecho, según el psicólogo Albert Mehrabian, cuando hablamos de emociones —esas que importan tanto en una relación—, lo que decimos solo representa un pequeño porcentaje del mensaje. Su famosa regla 7-38-55 explica que el 7% de lo que comunicamos es verbal, el 38% viene del tono de voz y el 55%… ¡del lenguaje corporal!
¿Te suena? Es ese “estoy bien” que claramente no suena a “estoy bien”, o esa mirada que dice más que mil frases.
Aplicarlo en pareja es clave. Porque cuando prestamos atención no solo a las palabras, sino también a cómo las decimos y qué expresamos con nuestro cuerpo, entendemos mucho mejor al otro. Y no solo evitamos malentendidos, sino que también creamos un vínculo más auténtico, más cercano.
Ojo, que esta regla no es una fórmula mágica. No significa que podamos analizar todo como un guion. La comunicación humana es compleja, y cada relación tiene su propio idioma. Pero sí nos da una gran pista: en la pareja, lo que se siente, se nota. Y aprender a escuchar más allá de las palabras puede ser un acto de amor gigante.
Así que la próxima vez que hables con tu pareja, recuerda: tus gestos, tu mirada y tu tono también cuentan. Y, muchas veces, son lo que más conecta.