Una de las nadadoras que más ha destacado en la escena deportiva universitaria de los Estados Unidos es Lia Thomas. Esta chica transgénero ha llegado a coronarse campeona en varias oportunidades. Sin embargo, sus batallas no han sido solo en las piscinas, sino también a escala global.
Como miembro del equipo de natación femenino de la Universidad de Pensilvania, Lia ha llamado la atención por su talento en la piscina y por ser una figura importante en las conversaciones sobre inclusión y equidad en el deporte. Su participación ha generado debates significativos sobre la presencia de atletas transgénero en competiciones deportivas. Y más allá de su destreza en el agua, Lia representa la valentía y determinación de aquellos que desafían las normas para abrir camino a la inclusión.
Sin embrago, la atleta de 25 años ha perdido una de sus más importantes batallas y ya no podrá competir en el equipo femenino de los Estados Unidos para los venideros Juegos Olímpicos que comenzarán en la ciudad de Paris el 26 de julio de 2024.
Al vetar en contra de Lia, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) selló las prohibiciones no solo en contra de la estadounidense, sino también en contra de otras atletas que, como ella, buscan desarrollar su carrera deportiva a la par de su vida como personas transgéneros.
Pero esta lucha no ha sido corta para Thomas. La atleta ha tenido un largo historial que inició en marzo de 2022 cuando conquistó su primer título universitario. Luego debió enfrentarse a la política establecida que impide que cualquier atleta que haya pasado parte de la pubertad masculina compita en la elite femenina.
Lia Thomas y el movimiento transgénero opinan que son decisiones inválidas, ilegales y que violan la carta olímpica. Pero la influencia y reglas de los altos comisionados mundiales, al menos por el momento, han pesado mucho más. Las atletas como Lia no tienen derecho a asistir a competiciones de la élite deportiva mundial, e incluso, tienen prohibidas otras de menor rango.
Según las entidades expertas, como el World Aquatics, el objetivo de la prohibición es proteger el deporte de las mujeres y evitar desigualdades asociadas con las habilidades, aparentemente superiores, de los atletas trans. En 2022 intentaron crear una categoría aparte que los incluyera, pero por falta de convocatoria quedó anulada.
Lo cierto es que, con decisiones de ese tipo, las opiniones se dividen en cuanto a qué es lo realmente justo, pero mientras llega el idílico enfoque de justicia con el que todos concuerde, atletas como Lia ven apagados sus sueños y esperanzas.