Lo que antaño causaba simpatía y hasta ternura, cuando los pequeños imitaban los maquillajes de sus madres, tías o abuelas, es hoy una preocupación para padres y la comunidad médica. Más que usar las cremas de mamá o reproducir durante el juego algún que otro ritual de belleza, ahora hablan de cuidado de la piel y exigen cada vez con más fuerza su acceso a productos cosméticos.
Estudios publicados por varios medios de prensa y fundados en investigaciones de marketing y mercado, sostienen que los llamados preadolescentes (entre 8 y 12 años) son los más propensos a caer en las redes de la industria cosmética y los rituales de belleza y cuidado de la piel. Además, advierten sobre el oportunismo de grandes tiendas como Sephora, Ultra y Drunk Elephant. Estas consiguen ventas millonarias gracias a la alta exposición a redes sociales que suelen tener los niños en la actualidad.
En una conversación con la BBC, la profesora de marketing de la Universidad Estatal de Georgia, Denish Shah, explicó que este tipo de cosméticos se posiciona de manera accesible en las redes sociales. Asimismo, sus esfuerzos de marketing los dirigen específicamente a los preadolescentes, con lo cual consiguen que sus ventas se disparen de manera exagerada.
Lo mismo en youtubers infantiles, que en niños influencers, cada vez es más frecuente el contenido dirigido al uso de productos cosméticos. “Acompáñenme a ponerme lista para la escuela”, “Te enseño mi rutina de cuidado para la piel”, “Estos son algunos de mis trucos para verme linda”… Frases así inundan las redes y convidan a incrementar la nómina de los SephoraKids. Así se conoce a quienes acostumbran a usar los productos de esta marca u homólogas.
Además del daño psicológico -persiguiendo un falso ideal de la adultez y la belleza- el coste monetario de estos “rituales” no es sostenible para muchos padres. Por si fuera poco, el creciente fenómeno del Skincare infantil también puede generar alergias y lesiones graves. El retinol, ácido hialurónico, entre otros ingredientes suelen ser beneficiosos en avanzadas edades, pero en la infancia podrían producir lesiones graves o alergias.
Algunos padres podrían no ser conscientes de esto. Lo cierto es que el uso temprano de cosméticos puede alterar el equilibrio natural de la piel y dificultar su desarrollo saludable. Encima, el enfoque en la apariencia a una edad temprana puede influir en la autoestima y la percepción de la belleza a lo largo de la vida.
En lugar de autorizar la compra desmedida de estos productos, convendría informar desde edades tempranas sobre el cuidado de la piel de manera natural y saludable. Y además, fomentar hábitos como la protección solar, la limpieza suave y una alimentación equilibrada.
