Muchas personas creen que el 12 de octubre no hay nada que celebrar. Que la llegada de Cristobal Colón a América en 1492, a bordo de sus famosas naves, no tuvo nada de bueno y que únicamente desató siglos de colonización. Otras personas lo consideran como el famoso choque de las dos culturas que dio lugar a toda la historia posterior.
De cualquier forma, el 12 de octubre es conocido como el Día de la Raza y en lugar de tomar partido por cuál de las dos opciones nos conviene, preferimos asumir esta fecha como un momento para reflexionar sobre las complejas interacciones que surgieron a partir de ese momento. Es un día para celebrar la fusión de tradiciones, lenguas y costumbres que han dado forma a nuestras identidades modernas, así como para reconocer y honrar las luchas de los pueblos originarios que han enfrentado siglos de colonización y resistencia. En este sentido, el Día de la Raza se convierte en una oportunidad para reivindicar la riqueza cultural y la diversidad que nos define como sociedad.
Y como también es nuestra costumbre, aprovechamos para hablar de mujeres y de las identidades que hemos ayudado a forjar. Aquí están solo cinco de las más importantes de América Latina, aunque sin dudas nos quedamos muy cortas en las menciones:
Sor Juana Inés de la Cruz. A través de su poesía y ensayos, defendió la educación de las mujeres en un contexto patriarcal. Su legado nos recuerda que el acceso al conocimiento es fundamental para empoderar a las mujeres y fomentar una identidad cultural rica y diversa. En el Día de la Raza, celebrar su vida es reconocer la importancia del intelecto femenino en la historia.
Frida Kahlo. Su arte desafió las normas estéticas y sociales de su tiempo. Kahlo utilizó su obra para explorar su identidad mexicana y femenina, fusionando elementos culturales con experiencias personales. Su historia nos inspira a valorar nuestras raíces y a expresarlas sin miedo a ser diferentes.
Rigoberta Menchú. La activista guatemalteca y premio Nobel de la Paz, también es un ejemplo crucial. Su lucha por los derechos indígenas resalta cómo las mujeres pueden ser agentes de cambio en sus comunidades. Al recordar su legado celebramos la resistencia y resiliencia de las mujeres que defienden sus culturas ante la opresión.
Gabriela Mistral. La primera mujer latinoamericana en recibir el Premio Nobel de Literatura y que abordó temas como amor, maternidad e identidad cultural en su poesía. Su obra no solo celebra la experiencia femenina, sino que también invita a reflexionar sobre cómo estas experiencias son parte integral del tejido cultural.
Chavela Vargas. La cantautora cuyas interpretaciones desafiaron las normas de género y celebraron la cultura mexicana. Su música se convirtió en un símbolo de libertad e identidad para muchas mujeres. Recordar a Chavela es celebrar la diversidad dentro del arte y cómo este puede unir culturas.
El legado de estas mujeres sirve como un recordatorio potente: nuestras identidades son complejas y se construyen sobre múltiples historias. El Día de la Raza es un momento perfecto para recordar que cada mujer tiene una historia que contar y cada historia contribuye al mosaico cultural más amplio.