Nada vende más que un email (uno bueno)

email marketing

¿Cuántas veces has leído que las redes sociales son el futuro del marketing? Y el presente, claro. Que tienes que estar en TikTok, en Instagram, en Facebook, en todas partes o no existes.

La realidad es que la gente hace más scroll que nunca, pasa por tu publicación y sigue su camino. No tienen tiempo. Así que la lucha por su atención se vuelve un verdadero reto por allá. 

Ahora, el email marketing… ese sí que es otra cosa. 

Por eso vengo a hablarte sobre él. Para que uses la vía que desees para comunicarte con la gente a la que quieres llegar. Pero no te olvides de esta. Porque tiene mucho para darte. 

¿Por qué el email marketing es tan efectivo?

Está fuera del ruido.

Las redes sociales son como una discoteca a las 2 de la mañana: luces por todas partes, música a tope, y tú tratando de que alguien te escuche mientras todos están más preocupados por sus selfies. 

En el email marketing no compites con eso. No hay algoritmos que decidan si apareces o no. No hay “me gusta”, no hay “seguir”… solo están tú y la bandeja de entrada de tu cliente. Y si haces bien las cosas, te van a leer. Sin interrupciones, sin scroll infinito.

Es personal. 

Un email es como un mensaje privado. No estás hablando con miles de personas a la vez, sino con una. Le estás contando una historia, compartiendo algo que puede hacerle pensar o incluso reír. 

Es una relación más real. Porque a nadie le interesa recibir emails llenos de imágenes bonitas y diseño “pro”. La gente quiere leer algo auténtico, algo que suene a verdad. Como si le estuvieras escribiendo a un amigo para contarle lo que pasó en tu día.

¿Y por qué es rentable?

No es ningún secreto. Porque no necesitas gastarte miles de dólares o euros en anuncios para que alguien vea tu contenido. 

El email es barato y directo. No tienes que rezarle a los dioses del algoritmo para que tu mensaje aparezca en el feed de alguien. Simplemente aparece. Y si tu lista de suscriptores está bien cuidada, tus emails pueden vender mientras duermes. Lo que nos lleva al siguiente punto.

La repetición inteligente

Hablemos claro: si envías un email una vez al mes, nadie se va a acordar de ti. 

-“¿Este quién es? ¿Cuándo me suscribí?”.

Borrado al momento. 

Pero si les escribes todos los días, de una forma que no les haga huir, te conviertes en parte de su rutina. Empiezan a esperarte. 

¿Y cómo consigues eso? Contando historias. Las historias no solo son para entretener. Son para vender. Y aquí no hablamos de hacer malabares con emojis y fotos de stock. Hablamos de ser tú mismo.

Lo que SÍ debes hacer en email marketing

1. Sé constante: El email diario es el rey. No te preocupes si al principio te dicen que es demasiado. Ya lo superarán. Es como el café, al principio puede que te cueste, pero luego no puedes vivir sin él. Eso sí, asegúrate de tener algo interesante que decir. La clave es que sea entretenido, real y que sume algo a la vida de tu cliente.

2. Cuenta algo cada día: No estás enviando informes financieros. Nadie quiere leer eso. Cuéntales lo que pasó ayer, cómo te fue con ese cliente, qué aprendiste. Haz que se sientan parte de lo que haces. La venta es el resultado natural de una buena conversación. Pero no te olvides, al final del email, invítalos a tomar acción. ¿Quieres que compren algo? Diles. Sin rodeos.

3. Mantén el tono conversacional: Si alguien abre tu email y siente que está leyendo un manual de instrucciones, lo has perdido. Habla como si estuvieras charlando. Usa tu tono, ese que solo tú tienes. Si eres sarcástico, sé sarcástico. Si eres directo, pues directo. No necesitas adornar el email con gráficos o colores chillones. La gente prefiere leer algo que suene auténtico.

Lo que NO debes hacer en email marketing

1. No seas genérico: Si tu email suena a copia de un blog que encontraste en internet, te van a mandar directo a la carpeta de spam. Tu cliente no quiere leer lo mismo que ya ha visto mil veces. Quiere saber qué tienes tú para decir. Así que, nada de frases vacías . Tu cliente sabe que eso no significa nada.

2. No vendas sin gracia: No es un mercadillo de barrio. No se trata de gritar “¡Compra, compra, compra!” y esperar a que ocurra la magia. Nadie reacciona a eso. Si todo lo que haces es intentar proponer lo que tienes sin más envoltorio, van a dejar de leerte. Primero conecta. Cuenta historias, comparte experiencias, genera curiosidad. Y luego, invita a comprar. Sin sonar a necesidad.

3. No te obsesiones con el diseño: Muchos fallan aquí. Creen que un email con imágenes preciosas y botones por todos lados vende más. Error. Los mejores emails son los que parecen escritos por una persona real. Nada de diseño espectacular. Solo palabras que conecten. Recuerda, estás escribiendo una carta, no creando una obra de arte para colgarla en la pared.

¿Quieres resultados? Usa el email diario

El email marketing no es complicado, pero necesita constancia. La magia está en la repetición. Cuanto más les escribes, más te conocen; y cuanto más te conocen, más confían en ti. 

La confianza es lo que vende. 

La gente no compra porque tienes el mejor producto del mundo (aunque eso ayuda), sino porque confía en ti. Porque ya te conoce. Y esa confianza se construye email tras email, día tras día.

No basta con decir: “¡Hola, estoy aquí!” una vez y esperar que te compren. Es como ir al gimnasio un día y esperar un six-pack de premio. 

El email diario es el corazón de todo. Es el método que mejor funciona porque la repetición es la mejor herramienta de venta. 

Y es una repetición que, hecha de la forma correcta, no cansa. Más bien crea familiaridad. Y la familiaridad vende.

Así que, si tienes un negocio y aún no has empezado a usar el email marketing a diario, ya sabes lo que te pierdes. 

Deja de hacer ruido en redes (o súmalo a esa estrategia) y empieza a hablar directamente con tu cliente. En su bandeja de entrada, en su espacio personal, donde realmente puedes hacer la diferencia.

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