¿Por qué lloran los bebés al lavarse la cabeza? Consejos para facilitar ese momento caótico

bebé llora lavarse cabeza

 La hora del baño es un momento sublime luego de la llegada del bebé. Como madres pasamos del miedo a la destreza absoluta en un dos por tres; pero a ellos no siempre les resulta tan grata esa experiencia. Para algunos puede ser un momento mágico, tranquilo y de relajación con alguna que otra patadita o brazada; pero en la mayoría de los casos, el caos inicia cuando llega el instante del lavarles la cabecita.

Muchas madres primerizas se preguntan por qué sus pequeños lloran y cómo pueden hacer que este proceso sea más agradable. Algunas creen que será cuestión de algunos meses o unos pocos años, y pueden tener razón. Sin embargo, urge una solución a corto plazo, así que te ayudaremos a encontrarla.

Una de las razones más comunes por las que los bebés lloran al lavarse la cabeza es la sensibilidad al agua. Los recién nacidos y los bebés tienen su piel y cuero cabelludo delicados, y el agua puede resultarles incómoda. Además, la temperatura puede ser un factor crucial. Si el agua está demasiado fría o caliente, les puede causar muchísima incomodidad, así que tendrás que hacer muchas pruebas hasta dar con la temperatura que ponga feliz a tu hijo.

Otro dato interesante es que, a pesar de que los bebés son una fuente viva de curiosidades y todo el tiempo están explorando sensaciones, es normal que sientan miedo ante situaciones nuevas. Para muchos pequeños, el baño es una experiencia desconocida, y el hecho de que el agua fluya sobre su cabeza puede asustarlos. Este miedo natural puede manifestarse en forma de llanto, ensordecedor casi siempre, como ya habrás podido comprobar.

Cuando un bebé está en el agua puede sentirse vulnerable y sin control sobre su entorno. La posición en la que se les sostiene durante el lavado también puede influir en su sensación de seguridad. Si no están cómodos, es probable que expresen su descontento llorando.  Otro motivo común es que el agua pueda entrar en sus ojos u oídos durante el lavado. Esta sensación, además de peligrosa -sobre todo en el caso de los oídos-, es incómoda y puede causarles malestar inmediato.

Los bebés son criaturas de hábitos, y cualquier cambio en su rutina puede generarles estrés. Si el baño se realiza en un momento diferente al habitual o si hay ruidos extraños alrededor (como otros niños jugando), esto también puede contribuir a su llanto. Igualmente, son muy sensibles a las emociones de sus cuidadores. Si una madre está ansiosa o estresada durante el baño, es posible que su bebé perciba estas emociones y reaccione llorando. Mantener una actitud tranquila y relajada puede ayudar a transmitir seguridad al pequeño es la primera de las estrategias que toda madre debiera asumir.

 Si quieres un baño más agradable, trata de seguir hacerte este check list:

  • Crear un ambiente tranquilo y acogedor.
  • Asegúrate de tener todo lo necesario a mano antes de comenzar para evitar interrupciones innecesarias.
  • Incorpora juegos con agua antes de lavar la cabeza. Usa juguetes flotantes o incluso un poco de burbujas para distraerlo mientras te preparas para el lavado.
  • Controla la temperatura del agua antes de meter al bebe. Debe estar tibia, entre 36°C y 38°C (97°F – 100°F), para garantizar su comodidad. 
  • Usa un champú suave, específicamente formulado para bebés, ya que son menos irritantes para sus ojos y piel sensible. Existen productos sin lágrimas que ayudan a prevenir molestias durante el lavado. 
  • Enjuaga con cuidado. Al lavar la cabeza, utiliza una taza o tu mano para dirigir suavemente el agua hacia atrás, evitando que entre en los ojos del bebé. Esto les ayudará a asociar el momento del lavado con sensaciones agradables en lugar de incómodas.
  •  Asegúrate de estar cargada con paciencia y amor.