Un evento deportivo que pone a más de medio mundo en vilo tras las competiciones, sobre todo a los que residen en el Viejo Continente, es la Eurocopa 2024. El torneo de fútbol arrancó el pasado viernes y gracias a la popularidad de este deporte, las audiencias que siguen los partidos son cada vez más grandes. Ni hablar de las pasiones de hinchas de cada equipo.
Después de los Mundiales de fútbol y las Olimpiadas, la Eurocopa se podría colocar dentro del Top 3 de las mejores citas deportivas en el planeta. La de este año, que tiene lugar en Alemania, a pesar de tener muy pocos días de iniciada ya destaca por una gran diferencia. Al parecer, esa “singularidad” también marca un punto de retroceso en la batalla por la igualdad de derechos en el deporte.
Esta vez, ninguna mujer podrá fungir como árbitro dentro de la competencia. Mientras que unos 104 hombres se ocupan de hacer justicia en cada partido, ni una sola de las mujeres que ganaron sus títulos a punta de esfuerzo podrán pitar el silbatazo final de los partidos.
Más de 100 hombres pero ninguna mujer. ¿Por qué?
La decisión fue tomada por la UEFA y, según explican los medios especializados, no tuvieron en cuenta la participación de varias árbitras en la última Copa del Mundo. Sobre los porqués de la decisión, la UEFA no abundó. Más bien se limitó a informar la ausencia de árbitras en esta Eurocopa y a puntualizar que tampoco participarán en las Olimpiadas de Paris, en agosto próximo.
En el pasado Mundial de Fútbol unas tres féminas participaron como árbitras principales, mientras que otras tres se desempeñaron como asistentes. Ninguna de ellas vio el camino de rosas para desarrollar su pasión. Esta inclusión en la Copa del Mundo parecía dejarles el futuro trazado. Pero todo parece indicar que era una “puesta en escena”.
Aunque los equipos femeninos de fútbol y sus competiciones son reconocidas en todo el mundo, el deporte universal ha sido siendo acaparado por los hombres y a más de uno le molesta que una mujer decida, por ejemplo, el desenlace de una jugada, o la que indique un penalti en la hora buena. No pasa así con otros deportes, donde sí es más notorio el arbitraje femenino.
Las pocas que han podido incursionar en el arbitraje futbolístico han tenido que enfrentar estereotipos de género, discriminación y obstáculos para ser reconocidas y aceptadas en un entorno predominantemente masculino, con una hinchada recelosa y machista.